Emociones y "Nueva Normalidad"
Como ya sabéis, estamos en un período bastante peculiar en el que después de un largo confinamiento se pueden comenzar a hacer algunas actividades en el exterior, incluso algunos de vosotros y vosotras os habréis incorporado al trabajo como habitualmente.
Se producen situaciones muy confusas en las que, por un lado aparentemente podemos actuar con toda normalidad, como si los últimos meses pasados no hubieran sucedido nunca, pero por otro hay que seguir con la prudencia y cautela, además de la imposibilidad de hacer muchas de las actividades que hacíamos anteriormente.
En esta entrada al blog, el mayor propósito que tengo es que, que sea lo que sea lo que sintáis en cada momento, es NORMAL. Nunca hemos pasado por algo similar con anterioridad, por lo que es imposible decir como “debemos o no debemos” sentirnos, qué es adecuado y qué no lo es. Cada vez que sintáis una emoción especialmente intensa y desagradable relacionada con hacer cosas en el exterior, preguntaros qué os está queriendo decir esa emoción, quizás que no os sentís seguros o seguras para hacer determinadas cosas, que a veces puede aparecer el miedo por nuestra salud o que, simplemente, estamos un poco bajos y bajas de energía después de dos meses en casa.
Por otro lado, el recientemente llamado “Síndrome de la cabaña”* está pendiente de demostrar su existencia y, ¿Acaso hay ganas o seguridad de volver a algunas actividades que hacíamos con anterioridad, como por ejemplo los empleos que desarrollamos? ¿En qué consiste, realmente esa vuelta a la normalidad en cada una de nuestras vidas?. Desde la Psicología, existe un afán por ponerle nombre y patologizar cada aspecto de nuestra realidad , (síndrome, transtorno…), cuando a veces, lo único que ocurre que vivimos y lidiamos con las dificultades lo mejor que sabemos en cada momento.
En el caso de que no sientas capaz de lidiar por ti mismo o misma con emociones excesivamente desagradables, entonces, ¡pide ayuda psicológica!.
* Síndrome de la cabaña: miedo a salir a la calle, coger medios de transporte públicos, relacionarnos con otras personas y retomar actividades cotidianas como el empleo. NO SE HA DEMOSTRADO SU EXISTENCIA COMO TAL.