Reflexiones sobre Igualdad desde las aulas.
Durante los meses de abril, mayo y junio de 2021 por fin se han podido realizar talleres presenciales en centros educativos de la ciudad de Écija. En concreto han consistido en dos proyectos; Écija Joven por la Igualdad, en centros de Primaria, y Écija Jóven por los Buenos Tratos, en secundaria, ambos a cargo de los Fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género y el Ayuntamiento de Écija.
Después de más de año sin actividades presenciales, ha sido una enorme oportunidad de charlar con los chicos y chicas de las cosas que les preocupan, de cómo aún siguen experimentando desigualdades en su vida cotidiana o cómo de presionados se sienten a veces por cumplir unos determinados roles.
En Primaria se trabajó con el concepto de socialización diferencial, es decir, con aquellas cosas que nos rodean que nos “educan” sobre qué significa ser hombre o mujer, desde los medios de comunicación, juegos y videojuegos, catálogos de juguetes, las personas que nos rodean…y estuvimos debatiendo sobre qué cosas nos afectan más en nuestro día a día. Resultó muy llamativo encontrar que en la vida cotidiana cada vez es más igualitaria y respetuosa con todos y todas, pero que la discriminación y violencias se están desplazando a los entornos digitales, como canales de youtube, Twitch o juegos en línea.
En secundaria el objetivo principal fue conocer dónde aprendemos qué es el amor y las relaciones sexoafectivas; desde libros de ficción, películas, música, programas de televisión y cómo a partir de ahí vamos construyendo nuestra propia versión de los afectos y el amor. Debatimos sobre las emociones que se pueden percibir en una relación afectiva y tratamos de centrar la conversación en cómo querernos bien. Llamó la atención que, si bien el alumnado está bastante bien informado sobre qué son los buenos y malos tratos, sigue habiendo una percepción de que la violencia de género es una cosa que hacen “cuatro locos”.
Desmontar estas creencias debe ser el objetivo fundamental de formaciones de prevención de la violencia de género, ya que pensar que la violencia solo es algo que hacen “otras personas” dificulta que nos impliquemos, que seamos parte activa de eliminar este grandísimo problema social, que lo sigamos observando desde la otra orilla, cuando es algo que nos afecta a todos y todas.