¿Qué es en realidad la resiliencia?

Resilencia no es inmunidad

¿Qué es en realidad la resiliencia?

“Yo soy fuerte, siempre he sido muy fuerte, lo que soy es resiliente”. De un tiempo a esta parte me encuentro mucho con este tipo de afirmaciones, tanto en consulta como en formaciones grupales, cuando una persona trata de explicarme su incredulidad a que, si habitualmente ha sido fuerte, cómo es que ahora se encuentra tan mal.

En esos momentos tengo que reflexionar acerca de cómo conceptos de la Psicología han calado en el vocabulario común, en ocasiones para provocarnos aún más frustración.

Resiliencia es un concepto que proviene de la Física de los materiales; se trata de la capacidad de un material de recobrar su forma original después de someterse a una gran presión deformadora.

En Psicología el concepto indica un resultado personal exitoso a pesar de haber pasado por circunstancias realmente adversas y amenazantes (traumas, guerra, pérdidas, catástrofes naturales, pobreza…). Pero de lo que no se habla tanto es de que la Resiliencia depende de una gran cantidad de variables, como la duración del suceso estresante, la existencia o no de fuentes de apoyo, las características personales…Sin embargo, se tiene la peligrosa idea de que Resiliencia es igual a Inmunidad y, por consiguiente, que podemos alcanzar la capacidad de AGUANTARLO TODO. Y esto si que es un error que puede provocar una tremenda tristeza y malestar.

Recuerda: no eres un material, eres una persona, si estás pasando por circunstancias difíciles PIDE AYUDA, aunque en el pasado hayas demostrado ser muy fuerte y capaz. Para crear una verdadera resiliencia, también es necesario el apoyo.

Descubre todo lo que la Psicología puede hacer por ti.

San Valentín y el amor

Psicología en San Valentín

San Valentín y el amor

Mañana se celebra San Valentín, día tradicionalmente relacionado con el Amor, pero, ¿Con todo tipo de Amor?

Cada 14 de febrero se ensalzan algunos de los mitos del Amor romántico que más perjudican en las relaciones afectivas y, sobre todo, en el AMOR PROPIO. Se trata de una oda al amor de pareja como la base de la felicidad, y que además ese amor sea fruto del destino (¡ojo, que un querubín alado nos elige y nos dispara!). Pero, ¿qué pasa cuando el amor se enfría, no nos produce felicidad o se rompe?

A veces se producen reacciones de intensa tristeza por no tener pareja o porque la relación con esta se haya acabado, conductas perjudiciales por el afán de mantener la pareja a toda costa, aunque en el fondo podamos sentirnos infelices en la relación, baja autoestima por no haber sido aún “flechado/a”… ¿Alguna vez te has sentido así?

Reflexiona aquellas ideas que tienes sobre el amor y date cuenta de cuáles provienen de fenónemos publicitarios y consumistas como San Valentín y, a continuación, busca nuevas formas de celebrar estas fechas, ¡Prueba a rebelarte!. Piensa en aquellas cosas, actividades o personas que amas, disfruta de una comida agradable entre familiares o amigas y amigos donde celebreis vuestro amor, trata de escribir una lista de todas las cosas que te definen por las que eres digno/a de ser amado/a. En definitiva, ámate mucho, pero también ama mucho, y a cuantas más cosas y personas, mejor.